EL FIN FIN - IMITADOR DEL TUNCHE
Aunque no lo crean, en la selva peruana hay una pequeña ave que
imita el paralizante silbido del Tunche, casi tan bien que muchos, que no saben
diferenciar el verdadero silbido de un alma en pena y el de este emplumado personaje,
los que han transitado el monte y han
logrado escucharlo, se quedaron aterrorizados por creer que era algún alma errante la que merodeaba cerca de ellos.
Cuenta la
leyenda que hubo alguna vez un especie de ave que al no tener forma de
comunicación, comenzó a imitar el silbido del Tunche, pues era fácil imitar
aquel sonido para poder comunicarse con los suyos. Obviamente, cuando uno de
estos espíritus errantes escuchó la imitación, no le hizo mucha gracia y se
abalanzó contra su imitador con el fin de matarlo, pero al ver a la avecilla
que rogaba por su vida, el Tunche lo pensó mejor y cayó en cuenta de que
aquella criatura podría ser el mensajero de su agonía y dolor, llevando su
lamento por todos los lugares a donde sus alas lo transportaran.
Es por ello
que cuando la luz de la luna está ausente y la oscuridad de la noche logra que
hasta el más valiente perciba la presencia del miedo en su interior, el FinFin,
que es el nombre con el que todos los montañeses conocen a esta avecilla,
produce fielmente ese sonido hiriente y paralizante entre las ramas de los
frondosos árboles, en medio de la penumbra que le suma terror a los
escalofriantes pitidos, dejando sin aliento y lleno de pavor al que escucha los
aterradores remedos del tunche. No obstante, el oído atento y conocedor de este
sonido, aparentemente semejante, puede lograr diferenciar entre el verdadero
chiflido de un alma errante con el de este emplumado imitador, y saber con
certeza, quién es el provocador de los lastimeros silbidos.
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